lunes, 3 de septiembre de 2007

ABEL ZABALA Un precioso hermanamiento cultural

La presentación en San Pedro de la embajada “Juglares del Mundo” constituyó un hecho inédito. No se registran antecedentes –no tengo constancias- de actuaciones de repentistas europeos por estas latitudes.

Los payadores argentinos Wilson Saliwonczyk, Susana Repetto y Emanuel Gabotto oficiaron de anfitriones de sus hermanos de canto.

Los troveros alpujarreños Miguel García “Candiota” y Paco Megías, junto a sus músicos Enrique Durán y Francisco Fernández, dejaron la honda expresión de un cante lleno de sugestiones... La memoria de la sangre de muchos argentinos fue despertada por voces e instrumentos porque... ecos de antiquísimas melodías llegaron con la inmigración y se grabaron en la conciencia colectiva de los descendientes.

Reafirmé mi convicción de que música y canto gravitan en los espíritus por lo que convocan, conmoviendo el alma y movilizando raigales reminiscencias. (Dice Mamerto Menapacce que si alguien sale de su casa, en una noche oscura, y grita “¡Norte!”... si hay un perro llamado Norte, vendrá respondiendo al llamado; si no lo hay, el grito se perderá en la noche)... esa noche abundaron respuestas al llamado...

El trovo alpujarreño denota la autenticidad de lo genuino, lo prístino... la intensidad de la palabra que brota de las entrañas... el lenguaje elemental y profundo que trasunta vida sin maquillaje... la fuerza comunicativa capaz de enarbolar los graves asuntos del hombre y de la tierra; canto que expresa la propia cosmovisión con instrumentos expresivos amasados por la comunidad.

Paco Megías, charlando en rueda amistosa, disparó una de las más categóricas y lúcidas definiciones de fidelidad cultural que he escuchado: “Mi tierra me dio esta lengua y con ella trovo”. (Aquí, Aymé Payné, cantante de origen mapuche, decía: “Ser nosotros mismos, es empezar a ser cultos”).

Miguel Cadavieco y Marisa Salcines deshojaron la siempreviva del antiguo romancero peninsular. Suscitaron intensas vibraciones emotivas, interpretando antiguas canciones y romances hispanos que –para su propia sorpresa- anidaban en muchos corazones de estos pagos... Acerbo que llegó, se aclimató y permaneció inmarcesible, por obra y gracia de la tradición... que no descuida el dinámico trasiego generacional. Como coronación, Miguel (consubstanciado con su rabel) dejó, a través de su mensaje improvisado, el alma viva de su Cantabria.

Igualmente fructífero me resultó el encuentro con el investigador Pepe Criado, con quien quedó abierto un canal de recíprocos aportes.

Singular considero la participación de Marcelo López cuya gestión como funcionario público fue determinante para la concreción de tan representativa embajada cultural.

El hecho de llevar este festival el nombre del payador sanpedrino don Roberto Ayrala fue muy bien recibido por la población, que recuerda a su vate con respeto y cariño. Similar respuesta se produjo por parte de los familiares del homenajeado, que llegaron portando un presente, altamente significativo, para cada uno de los que pisaron el escenario: un CD con registros del payador fallecido el 03/04/1997.

Auspiciosa realización que genera las condiciones para futuras actividades que vayan consolidando un intercambio cultural fecundo. Repito: fue un hecho inédito... en el que enterramos, bien profundo, la piedra fundacional del hermanamiento cultural.



ABEL ZABALA
SAN PEDRO Argentina

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